CONSERVACIÓN Y DEGRADACIÓN DE LA ENERGÍA

En cualquier transformación energética, la cantidad total de energía se mantiene constante: la suma de todas las formas de energía presentes antes del cambio es igual a la suma de las energías que aparecen después del cambio. Este principio físico se denomina principio de conservación de la energía.


Principio de conservación. La energía no se crea ni se destruye, solo se transforma. Por tanto, la energía total del universo se mantiene constante.


Degradación de la energía y rendimiento energético


En cualquier transformación o proceso, la cantidad total de energía puesta en juego se conserva, pero no se conserva su “calidad”: una parte de la energía inicial se disipa caloríficamente y se convierte en energía térmica, y no puede ser íntegramente convertida de nuevo en la forma que tenía la energía inicial.

Por ejemplo, al quemar gasolina en el motor de un automóvil, éste produce energía mecánica y se mueve, pero la mayor parte de la energía química del combustible se disipa caloríficamente y se convierte en energía térmica del entorno. Esta energía térmica ya no puede transformarse íntegramente de nuevo en energía química.


La degradación de la energía es la pérdida de energía útil: la energía se conserva en los cambios, pero tiende a transformarse en energía térmica, que es una forma de energía menos aprovechable.


En una transformación energética, la energía suministrada es igual a la suma de la energía útil, o aprovechable, más la energía disipada caloríficamente.


El rendimiento energético r, es el cociente entre la energía útil y la energía suministrada. Se expresa en porcentaje.


Ninguna máquina tiene un rendimiento del 100% porque siempre disipa caloríficamente parte de la energía que se le suministra.


DIAGRAMA ENERGÉTICO