CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA

Contaminación del aire


Los vehículos son los responsables de aproximadamente el 60% de la contaminación urbana. El resto se debe, fundamentalmente, a las calefacciones y las emisiones industriales de los alrededores de los núcleos urbanos.

La ausencia de viento potencia el problema; así, algunas ciudades son víctimas de una neblina contaminante que se pega al suelo, denominada smog, que provoca graves trastornos respiratorios.


Principales contaminantes

Efectos en la salud

Óxidos: CO, NO, NO2

Trastornos alérgicos y respiratorios, asma, irritación de las mucosas

Metales y polvos en suspensión

Alergias, problemas pulmonares

Compuestos volátiles, derivados clorados y carbonados

Efectos cancerígenos, intoxicaciones.


Lluvia ácida

 

Los óxidos de carbono, azufre y nitrógeno pueden proceder de fenómenos naturales, como las erupciones volcánicas, los incendios y la actividad microbiana, o del uso masivo de combustibles fósiles para el transporte y las actividades industriales.

Estos óxidos son arrastrados hacia las capas altas de la atmósfera, donde reaccionan con el vapor de agua, oxidándose de diversos modos:

2NO2 + N2O → HNO2 + HNO3

SO3 + H2O → H2SO4

Los ácidos resultantes, disueltos en el agua de lluvia o en la nieve, precipitan en forma de lluvia ácida.

La lluvia ácida provoca serios daños en los bosques y deteriora, por ejemplo, la piedra de las construcciones y las obras de arte que forman parte del patrimonio arquitectónico.

Los efectos en medios acuáticos (lagos, ríos y estanques) son más evidentes, ya que los organismos que en ellos habitan son más vulnerables a las variaciones de acidez.

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Los gases de efecto invernadero


La vida en la Tierra depende de la energía que recibe del Sol, la cual se reparte según un delicado equilibrio:

  • Casi un tercio de la energía solar es reflejada directamente por la atmósfera, las nubes, el polvo en suspensión y por la propia superficie terrestre, y es devuelta al espacio.
  • Otra parte es absorbida por continentes y océanos y posteriormente radiada al espacio. Una fracción de esta energía es absorbida por la atmósfera que, a modo de manta para la Tierra, mantiene su temperatura media en torno a los 15ºC (35ºC más de los que tendría si esto no ocurriera). Este efecto, en principio beneficioso, ya que favorece la vida sobre la Tierra, se llama efecto invernadero.
  • El dióxido de carbono, el vapor de agua, el metano, los óxidos de nitrógeno y los compuestos CFC retienen parte de la radiación que la Tierra devuelve al espacio, haciendo que suba la temperatura media del planeta hasta los 18ºC. Por ello se denominan gases de efecto invernadero.

Esto puede provocar una alteración climática de consecuencias imprevisibles.


Agujero en la capa de ozono


La capa de ozono (O3) que rodea la Tierra está situada en la estratosfera, entre los 20 y 40 km de altura, y nos protege de la radiación ultravioleta (UV) procedente del Sol.

En los últimos 50 años, se ha detectado una disminución de hasta un 60% en la concentración de ozono en áreas del Polo Sur (agujero de ozono), y de entre un 8% y un 10% en la vertical del hemisferio norte. La falta de protección produce daños sobre la vida vegetal y animal.

La causa principal es la emisión de cloro procedente lo los CFC, que destruyen la molécula de ozono mediante la reacción

Cl + O3 → ClO + O2